No se cansará de esperarte, aquel que no se canse de mirarte.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Adios Ríos, Adios Fontes

Dícese de la verdad que al final es amarga. Pero lo cierto es que lo único que proporciona es descanso y tranquilidad. Bruto, ¿tu también, hijo mío? La mirada desde el Palatino abre mis ojos. Mi farsa se tambalea y una vez más, defraudado por mis sueños corro a encontrarme con la mañana. Encuentro culpables que no lo son. Solo quien pretende lo que no es, puede sentirse engañado. Soñar no cuesta, pero soñar despierto es tan peligroso.

El reo cuenta los días que faltan camino del patíbulo. La sentencia es firme y el delito imperdonable. No es posible volver atrás y rehacer lo deshecho. Tres semanas. Diecinueve días. Los puntos pueden ser finales o pueden ser seguidos. A parte parece este. Deja atrás todo lo que amó por una falta del destino. Cruel hado el que le arrastró al imperdonable pecado de la desesperación.

Hoy el camino termina. Mañana construiremos uno nuevo que nos llevará hasta tierras desconocidas. La vida sigue de cualquier manera, pese a todos los que se quedan por ella. El hoy ya no existe, la lluvia se lo ha llevado y el viento que vendrá borrará los tormentos pasados. Solo queda expiar las culpas que nos atenazan.

Un saludo para quienes esperan a lo lejos. Un adiós para quienes fueron.

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