No se cansará de esperarte, aquel que no se canse de mirarte.

lunes, 19 de diciembre de 2011

El sueño de una noche de verano

Calor tórrido en mitad de la capital. Las letras se tornan palabras en una voz femenina que, insinuante promete una tregua para mi alma deshilachada. Compras de última hora para una habitación desconocida. Champaña y chocolate en una ciudad tomada por los peregrinos. Dudas, remordimientos y el peso de un anillo carente de cualquier significado. Un error y cuatro meses, para olvidar toda una vida.

Una niña ¿Tal vez no? No consciente del peligro pago y yerro. Caigo y me dejo llevar. Sin coraza y tan débil que me atraviesa sin quererlo. Letal suplicio que me alza a los cielos. Mortal dolor que me fuerza a abandonarlo todo. Una noche maldita que recuerdo y repito, y vuelvo a errar. Madrid y Cuenca, para no volver a ser yo. Similar pero extraño, mejor pero más dolorido. Menos sufrido aunque incapaz de respirar.

Una nueva vida y Bernal nacieron aquella noche, a orillas de la castellana y rumbo al norte de la capital. Ahora se repliega a invernar en el lejano sur. Al calor de nuevas gentes y en tierras extrañas, donde con el tiempo tratará de coser su corazón viejo y ajado. Olvidar lo que podría haber sido y ya nunca será: destino sabio y cruel. Navidades nostálgicas, pasajeras. Cuatro largos meses hacia atrás, y medio año por delante.

Este trovador se despide, no sabiendo si volverá o no, con una canción fiel reflejo de cómo siente una mente depresiva en una hermosa canción. Se la dedico a quien tanto bien me ha hecho. Felicidades por partida doble y gracias por estos cuatro meses. No los cambiaría ni por treinta y cuatro años de experiencias.

La música es mala y la imagen peor, pero es la única en todo You Tube que está traducida por alguien humano y no por el traductor de Google.


1 comentario:

Publicar Comentario