No se cansará de esperarte, aquel que no se canse de mirarte.

martes, 6 de diciembre de 2011

Ciudad Imperial

A orillas del Tíber una ciudad se extiende a mis pies. Familiar, cálida, hogareña, de gentes claras y amables; de historia viva y antigua. Media docena de veces la he visitado. Media docena de veces en más de diez años. Pero siempre vuelvo. Nunca tiré moneda en fuente alguna. Nunca pensé que fuera a ser la última vez. La eterna capital imperial me atrae a su regazo y esta vez, como buen hijo pródigo, le regalo una compañía sin igual vírgen de experiencias. Y ella me devuelve la ofrenda enseñándome por los ojos ajenos, qué sentí al verla la primera vez.

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